La previa

Los días previos a las vacaciones son realmente agotadores y estresantes, creo que uno debería tener 15 días para reponerse de los 15 días previos a las vacaciones y otros 15 días para reponerse del ajetreado año que pasó. Pensándolo bien así quedaría justificada la teoría de que es necesario un mes de vacaciones como mínimo y que se debe acabar con la farsa de los 15 días... (juro que no fui yo la que abrió ese grupo en el facebook, pero obviamente me sumé a él). En fin, en qué estaba? Ahhh si, en lo estresantes que son los días anteriores a irse de vacaciones, en especial sí una es mujer, porque es cierto, los hombres son más simples que nosotras para esto y jamás se le cruzarían por la cabeza las cosas que se me cruzan a mi en estos días. Se limitarían a meter un par de remeras, unas mallas y unas hojotas es un bolso de proporciones normales y se irían felices, lo cual, desde ya, no es mi caso.

Para cada uno las vacaciones tienen un sentido diferente, hay quienes las consideran el momento del año para descansar mientras otros las usan para descontrolar. Yo personalmente las uso para hacer cosas diferentes a las que hago durante el año, lo cual implica conocer lugares nuevos, gente nueva y hacer otro tipo de actividades (por eso me alejo lo más posible del topisimas playas de la costa Argentina). En esos 15 días me saco los tacos y los pantalones de vestir y me calzo la ropa deportiva y las zapatillas, pero aunque no lo puedan creer, aquí radica uno de mis principales problemas, ohhh si!

Creo que la ultima vez que usé un buzo tendría 10 años aproximadamente y los joggings que uso para el gimnasio están en condiciones tales que me da vergüenza donarlos a los cadenciados, sería una falta de respeto, así que ahí salí a comprarme ropa deportiva. Alguien tiene idea de lo difícil que puede llegar a ser conseguir un buzo en pleno Enero con 40º a la sombra? No voy a entrar en detalles que a nadie le interesan, solo me voy a limitar de decir que terminé adquiriendo un buzo con un enorme Hello Kitty en la espalda, por la módica suma de $120, que lo más probable es que no vuelva a usar nunca más en mi vida. Si, leyeron bien, HELLO KITTY! Era lo único que había, igual me parece que ahora entiendo por que me dicen que soy infantil...

El otro problema es que este año se me ocurrió la brillante idea de irme a Bariloche, un lugar hermoso si los hay, pero con el clima más choto del mundo. Un día puede hacer una temperatura considerable como para ponerse la malla, un short y una musculosa, y al otro puede nevar como sí nada, lo cual trae aparejado en exceso el “por las dudas”: Me llevo esto por las dudas que haga frío, me llevo esto otro por las dudas que haga calor, ese por las dudas que salga a la noche, y así hasta llenar una valija en la cual me podría meter yo adentro sin mayores problemas, aunque lo bueno es que a algún genio se le ocurrió inventar las valijas con rueditas que son lo más de lo más!

Hay un temita más para el cual voy a necesitar de vuestra colaboración... (quejosa, yo? Nahhh). El viaje en micro a este bello lugar consta de aproximadamente 22 horitas, por lo cual, además de un fibrón, voy a necesitar un buen libro para leer y no morir de un ataque de aburrimiento, ni que me asesine mi amiga por romperle mucho las pelotas antes de llegar a destino. Qué recomiendan? Nada de ciencia ficción, ni terror, ni novelas rosa de la edad media donde las boludas de las minas se enamoraban de los tipos que las habían violado ehhh.

Hay muchas cosas más que estresan en la previa a las vacaciones, pero la verdad que ahora no se me ocurren. Cuando tenga algo más de qué quejarme se los voy a contar, quédense tranquilos! (Ojo con lo que dicen al respecto que ya me van a extrañar cuando me vaya, aprovéchenme ahora)

Pd.: Se ve el cabezal? Porque yo no lo veo