Dale, dale, daleeeeee

Me llega un mail diciéndome que Fulanito quiere ser amigo mío en Facebook, en mi cabeza resuena la pregunta “quién mierda es Fulanito?”, vamos a ver. Entro a la página y resulta ser que tengo un amigo en común con este muchacho, así que en un intento de ser menos ortiva, lo admito como amigo.

Acto seguido entro a revisar el perfil del susodicho. Una de las pocas cosas buenas que tiene el Facebook es que antes de un primer “hola” siquiera, ya podes saber tooodooo de del sujeto en cuestión, desde su estado civil, pasando por perfil psicológico dependiendo de los grupos a los que se ha unido, hasta grupo sanguíneo, y lo más importante, si está bueno o no gracias a las fotos.

Antes de que termine el trabajo de investigación acerca del nuevo amigo, aparece en el msn una solicitud para admitir a este individuo y poder así entablar una charla amigable. Para todo esto ya te diste cuenta que el flaco algo tiene, porque no publica su estado civil pero tiene 358 fotos con la misma mina, abrazados, de la mano, a los besos y fotos pedorras semejantes, y de todos modos no está lo suficientemente bueno como para que este sea un detalle menor.

La charla que se da sería algo así:

Fulanito: Hola Lulú! Cómo andas?? Te acordas de mi? Soy Fulanito, amigo de Menganito, nos conocimos hace 8 años en Monte Chingolo?
Lulú (intentando controlar a la ortiva asquerosa que lleva dentro): mmm la verdad que no me acuerdo mucho
Fulanito: Bueno, entonces cuando quieras podemos encontrarnos, vamos a tomar algo, charlamos, anota mi número

Lulú: Bueno, algún día, me tengo que ir, chau!



Al día siguiente, a las 8:30 de la mañana


Fulanito: Holaaaaa! Cómo andas?
Lulú: Extremadamente dormida, prácticamente inconsciente
Fulanito: Qué pasó? Tuviste una noche agitada?

Lulú: No, es que es muy temprano todavía y dormí menos de 6 horas, así que imagínate como estoy
Fulanito: Hermosa como siempre

Neurona 1: “Holaaaaaa!!! Hace como 8 años que no me ves!!!”

Fulanito comienza a hacer un interrogatorio larguísimo con preguntas del tipo “dónde vivís?”, “dónde trabajas?”, “ya estas trabajando?”, “a qué hora entraste?”, “a qué hora salís?”, cuyas respuestas consistían en una palabra cada media hora aproximadamente, hasta que vuelve al terreno pantanoso:

Fulanito: Bueno, podemos juntarnos a almorzar, o a merendar algún día, o a la noche que está más fresco.
Lulú: Bueno, algún día
Fulanito: Anotaste mi teléfono ayer?
Lulú: No
Fulanito: Uyy que mala! Y ahora como hacemos?
Lulú: No sé, la seguimos en otro momento porque ahora estoy con mucho laburo, chau.


Dejando de lado interrogantes retóricos, ya habituales en mi, que rondan en torno a “a todos los boludos me los tengo que cruzar yo?”, me pregunto (va tanto para hombres como para mujeres ehh), no se dan cuenta cuando no hay onda del otro lado? Alguien supone que va a conseguir algo bueno de otro alguien ganándole por cansancio? Debe haber de todo, sino calculo que los insistentes no aplicarían ese método, con alguien les debe funcionar, pero en lo personal me resulta muuuyyy molesto.

A ver, vamos a hacer un sondeo (dije hacer un sondeo, no sé por que lo asocian con seguir afanando con giladas, que cosa seria!) A Uds. les ganan por cansancio? A alguien le funcionó la insistencia aunque notaran que del otro lado no había feedback en un principio?








PD: Si me ven como no disponible en el msn es para evitar hablar con sujetos como este, no vayan a pensar que estoy muy ocupada trabajando