En busca del zapato perdido

Llegó la primavera hace unos días ya y con ella, además de los pajaritos, el amor, la miles de parejitas que brotan hasta por debajo de las baldosas, surge el requerido cambio de indumentaria. Se archivan los pulóveres gruesos y empiezan a verse prendas más holgadas, con colores más alegres entre insipientes escotes y cortas faldas, pero acá aparece un vano aunque gran problema: el calzado.

Partamos de la premisa de que con 20º ya no están habilitadas, bajo ningún punto de vista, las botas, pero tampoco da para sandalias. Los extremos no son buenos nunca, ni siquiera en lo que respecta a la moda. Una se dispone entonces a recorrer zapaterías en busca de un par de zapatos que no sea ni botas, ni sandalias para uso diario. Muchos deben estar pensando que esto es una pelotudes, pero les aseguro que conseguir ese par de zapatos puede llegar a ser más difícil que encontrar El Santo Grial aunque una lo tenga a Indiana Jones al lado.

Una entonces comienza a entrar a cuanta zapatería divisa a su paso, pero con que se encuentra? Las opciones se limitan solamente a dos cosas:

Chatitas: Descartado desde el vamos, considerando que mido un 1.53 Mts, uso tacos desde que aprendí a caminar más o menos, y por lo tanto no se caminar con esas cosas, parezco un pato, y el glamour se me va a la mierda. Además son horribles. A quien se le ocurre ponerse algo con moños o lunares en los pies?

Stilettos: Son hermosos, me fascinan, pero a quien se le ocurre que alguien pueda sobrevivir arriba de eso desde las 7 de la mañana hasta las 11:30 de la noche sin que le tengan que amputar los pies en el intento? Es imposible!

Así y todo no pude resistir la tentación de los stilettos, además las chicas cosmo dicen que es uno de los fetiches indispensables que no pueden faltar en nuestro placard, así que yo les hice caso y accedí de un bello par de ellos, por lo menos para salir.

Definitivamente no les llego ni a los talones a las chicas cosmo porque el sábado, en un intento de hacerme la diva, me los puse y por poco muero en el intento... Alguien tiene idea lo difícil que puede llegar a ser manejar con semejantes tacos? Ni se gasten, ya se los advierto, corre riesgo el auto, los demás autos y la vida de los conductores, peatones y demás seres vivientes que se crucen en el recorrido. Cabeza dura como soy, no me iba a ganar un par de zapatos, así que asumiendo que el glamour no es lo mío, metí los stilletos en una bolsa, me calcé las zapatillas, manejé y cuando llegue al estacionamiento hice el cambiazo, bajando del auto como una verdadera diva. Hasta ahí iba todo bastante bien, astucia 1 – stilletos 0, pero la mona aunque se vista de seda, mona queda.

Me tenía que encontrar con una amiga en la puerta del Paseo La Plaza, dejé el auto en el estacionamiento que está a la altura del Paseo, pero sobre Sarmiento (la calle de atrás), abusando de mi astucia, se me ocurrió la brillante idea de cruzar por el Paseo en lugar de dar la vuela manzana, para qué????? El piso es de adoquines! Si adoquines!!! Y les puedo asegurar que esos tacos con los adoquines, las baldosas de cuadraditos o rayitas y las hendijas de las alcantarillas se llevan, lisa y llanamente, como el reverendísimo ortoooooo.

A las conclusiones que llegue después de semejante hazaña, son las siguientes:
- voy a tener que tirar con los zapatos de taco medio y pulserita del año pasado para ir a laburar hasta que cambie el clima y pueda avocarme a las sandalias, mientras le prendo velas a algún santo para que el año que viene vuelva a cambiar la moda y se usen zapatos normales.
- Voy a admirar siempre a las chicas cosmo, pero nunca podré ser una de ellas.

- Los stilettos son para chicas que las pasan a buscar en auto por la puerta de sus casa y después las llevan de vuelta, no para las que manejan.
- Habrá que conformarse con un poco de inteligencia y otro tanto de humor porque el glamour, definitivamente, no es lo mío.