miércoles, 26 de noviembre de 2008

Ohhhhh pero que grande! Nunca había visto una así en mi vida!

Hoy llego al trabajo después de no haber venido ayer y mi compañera, con cara de terror, me dice que mi jefa (con quien me llevo muy bien y a quiero mucho aunque me torture con la música clásica) ayer había tenido un preinfarto y estaba internada en terapia intensiva. Gracias a su noticia estuve preocupada y angustiada toda la mañana, pero hace una rato volví a hablar con ella (no es de antisociable antes de que me critiquen, es porque está en otra oficina) y mientras yo indagaba para que me ampliara lo que ella sabía, me dice que en realidad mi jefa no se sentía bien, se fue a hacer ver y tenía altas no sé que encimas, entonces la dejaron internada en observación por las dudas.

Gente exagerada hay en todos lados, eso lo sé, pero con determinadas personas, uno que ya los conoce, sabe que no le tiene que dar mucha bola a lo que dicen y punto. A mi abuela, por ejemplo, ya sé que no le tengo que creer ni una décima parte de lo que dice. A mi mamá a veces se le puede creer y otras no, todo depende de cuanto tiempo haga que habló con mi abuela por ultima vez, por eso no me extrañó ver a mi tía con una asquerosa pero inofensiva quemadura en la mano y una pequeñísima en la pierna, después de que mi vieja me haya dicho que mi tía estaba haciendo caramelo para un flan y se le cayó encima, y para colmo, en la desesperación, se lo había arrancado quedándole la mano y la pierna en carne viva. Ya la conozco, sé a que atenerme.

Mi análisis psicológico (?) de los exageradores compulsivos, me lleva a pensar que es gente que quiere llamar la atención. Son esas personas a quienes le suceden las peores catástrofes y a la vez las cosas más maravillosas del mundo. Son los que por calvarse una asilla en un dedo dramatizan como sí se lo tuvieran que amputar. Son las minas que tienen a los mejores chongos del universo, a las que nunca, jamás de los jamases les va a pasar que a su chico no se le pare o termine a los 5 minutos, siempre tienen polvos de película porno y para colmo siempre terminan juntos.

Los exageradores con cosas buenas, vaya y pase, no son creíbles, pero son tolerables por lo menos, pero los que son exagerados con cosas malas, son insoportables. No piensan en que preocupan a los demás al pedo? Los cagaría bien a patadas en el culo a ver si aprenden. Cuál es la necesidad de agrandar y agrandar las cosas que cuentan? No lo entiendo.
No sé qué habría que hacer para curarlos, por lo pronto se me ocurre hacerles alguna maldad, como llamarlos anónimamente, decirles que algún ser querido está internado porque tuvo un accidente gravísimo y está a punto de morirse a menos que vaya y le done un riñón, y cuando llegue, desvistiéndose en el camino para iniciar el transplante (porque son exagerados para todo, también para creer boludeses), estar ahí esperándolos y decirles que era un chiste, pero se me hace que dentro de su exageración me van a empezar a pegar y me van a terminar matando de verdad, así que desisto. Otra que se me ocurre es agarrarlos del cuello al mejor estilo Homero a Bart hasta que se le salgan los ojos para afuera, pero no tengo mucha fuerza así que tampoco creo que dé resultado, encima de exagerados que son seguro que me denuncian y termino en cana. Bueno, no se me ocurre más nada para hacerles por ahora, pero voy a seguir pensando...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Cortita y al Pie III





Cada día me convenzo más:

Menos mal que existe el arte.



miércoles, 19 de noviembre de 2008

Fin y principio

Cuando una historia entre dos no funciona, es feo, es angustiante, desilusionador. Es duro ver a esa persona, morir de amor y tener que meterse todo ese amor en el bolsillo porque no es correspondido. Causa tristezas y hasta a veces broncas. Duele horrores enterarse que la otra persona comenzó una nueva relación o anda picoteando por ahí haciéndonos a un lado de su vida.

Algunas personas, en un rapto de autoprotección y a fuerza de amor propio, por mucho que les cueste, optan por alejarse de verdad. Hacen el esfuerzo y dejan de intentar averiguar qué es lo que hace el otro o qué es lo que deja de hacer. Hacen el enorme esfuerzo y pierden todo tipo de contacto hasta que le pierden el rastro.

La primer semana es terrible, es tan difícil como dejar de fumar diría. Puede llegar a ser hasta desesperante; pero una vez pasada esa semana trágica empieza a ser más fácil el mantenerse lejos.

Pasa el tiempo, sigue pasando, y uno empieza a hacer su vida por otros caminos. Conoce otra gente, hace otras cosas y sus pensamientos empiezan a volar por otros lugares. Deja de penar en esa persona todo el tiempo. Empieza a pensar en él cada vez menos, hasta que sin darse cuenta, deja de pensarlo.

Un día, de casualidad o por causalidad, se vuelven a encontrar. Uno se encuentra cara a cara con esa persona por la cual derramó tantas lágrimas y murió de amor, y lo ve ahí, otra vez, pero esta vez no siente nada, o si, pero ya no es tristeza, no es desesperación, no es amor. Puede ser una suerte de nostalgia por los buenos momentos compartidos, con una sonrisa, pero nada más.

Que lindo que se siente eso. =)

lunes, 17 de noviembre de 2008

Cortita y al pie II





No es que no entienda, simplemente, no me interesa








viernes, 14 de noviembre de 2008

Comunicaciones modernas

Desde que las comunicaciones mutaron de los llamados telefónicos desde un teléfono fijo, a los diálogos vía msn, mensajes de texto y sus respectivas variantes, las comunicaciones cambiaron mucho. Antes, al escuchar la voz de alguien al otro lado del tubo, uno se podía dar cuenta sí la otra persona estaba contenta, triste, enojada o sí se estaba riendo aunque no le viera la cara, pero esas sensaciones que producía la voz de una persona se congelan a través de la pantalla.

A pesar de ello, hay quienes no desisten e intentan transmitir sus sensaciones a pesar de todo.

Yo estimo que debe haber habido algún sociólogo aburrido, con poca vida social, que se dedicaba a chatear mucho que inventó en un principio, para luego lograr imponer mundialmente, la transmisión de sensaciones a través de los emoticones. Por sí alguien no sabe qué es eso, se los cuento; son unos intentos de caritas acostadas, que se forman con los signos de puntuación, cada una tiene un significado propio, por ejemplo:

:-) Me alegro
:-D Me alegro mucho
:-( Que triste!
;-( Estoy tan triste que lloro
:-o Ohhh que sorpresa!!
:-p Es un chiste
;-) Pillin pillin
8-) Grossoooo!

Y después hay otros que no tengo la más pálida idea qué significan, como estos:

:-X
:-@
: *)

El tema es que hay mucha gente vaga que no se va a gastar en andar armando caritas boludas para reirse, llorar o para decir algunas cosas, así que se impuso otra moda muy llamativa, no sé como se llama, así que me limito a dar las traducciones indispensables que cualquier ser humano necesita saber para poder chatear o mandar mensajes de texto y no quedar anonadado en el intento.

Ahhhh Eso significa “no me interesa en lo más mínimo lo que me estas contando, y no sé que acotar a semejante pavada
Buaaa Eso vendría a ser un llanto. La persona que transmite un “buaaa” esta triste y necesita atención.

Ahora se viene lo más difícil del curso intensivos para chateadores, el “jajaja”. Depende de la cantidad de ja`s que escriba su interlocutor, el significado es diferente, a saber:

Jaja Ver “Ahhhh”
Jajaja Si si, es gracioso (*)
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja Que hijo de puta! Me estoy cagando de risa!

(*) El “jajaja” tiene otros usos y costumbres. El “jajaja” vendría a cumplir la función de comodín, que habilita a quien lo coloca detrás de una frase, a decir cualquier cosa sin que esta pueda llegar a ser usada en su contra. Es muy utilizado en el chamullo, en especial por señores con pareja y señoritas en plan de histeriqueo. Ud. como receptor de un “jajaja” detrás de una frase no podrá ni alegrarse, ni ilusionarse, ni enojarse, ni nada por el estilo, con quien le está diciendo cosas extrañas si estas van acompañadas de un “jajaja” al final, porque este le quita veracidad a la misa, aunque no tanta a veces, pero de todos modos Ud. se lo tiene que tomar como si fuera un chiste. Le voy a dar un par de ejemplos para aclararle el panorama:

* Que buena que está tu novia jajaja
* Por que no te vas a la mierda? jajaja
* Cuando nos vemos? jajaja
* - Querés que te parta al medio??? jajaja
- y bue... ya que insistís... jajaja”
* Se me ocurren un par de cositas para hacerte jajaja

Como habrán podido darse cuenta, las comunicaciones modernas no son para nada fáciles, demandan un nivel de amplitud mental para poder interpretar qué mierda le habrán querido decir, muy importante. Yo les recomendaría que en lugar de mandar 800 mensajes de texto, apreten los numeritos y llamen, y en lugar de mantener largas conversaciones vía msn, se encuentren a tomar un café y charlen face to face, y de paso, ya que estamos, que vuelvan los lentos! jajaja



miércoles, 12 de noviembre de 2008

Vida agitada

Ayer charlaba con una compañera de la facultad y me contaba que labura 9 horas por día, cursa 3 materias (9 horas semanales) y vive con el novio. Los días que no cursa de 7 a 9 de la mañana, se levanta a las 5 AM para estudiar y de ahí se va a laburar. Los días que no cursa de 19 a 23 hs., se va para la casa, hace los mandados, quehaceres domésticos, cocina, comparte tiempo con su pareja y nunca se acuesta antes de las 00:30...

Todavía me sigo preguntando de dónde es que saca energías para hacer tantas cosas por día, desayunará con Speed? De solo pensarlo me agoté.

Solo pude llevar ese ritmo de vida a los 18 años, cuando empecé la facultad, estaba motivada por los cambios y tenía de 18 primaveras de alpedismo en mi haber que hacían de colchón amortiguador del cansancio, hasta que en prácticamente un año se compensaron y adopte el lema como lema de vida el “Ya fue! quien me corre? Hay que cumplir con las responsabilidades pero la vida es una sola y hay que vivirla”
Vengo robando asquerosamente con los posts pero a esta altura del año, en lo único que puedo pensar es que necesito vacaciones ya! Falta mucho para Febrero??

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cortita y al pie I

Detesto los canto bares, y a la gente que festeja sus cumple años en canto bares y me hace ir

sábado, 8 de noviembre de 2008

Es tan difícil

Contratapa de Crítica del 08.11.2008 por Fernando Peña
Vale la pena leerlo


Hace muchos años cuando era adolescente y fumaba, apagué un cigarrillo en un pocillo de café, cuando el mozo me cobró y retiró las cosas me enseñó algo que nunca olvidaré. “¿Usted se tomaría un café en este cenicero aun sabiendo que está recién lavado?”, me preguntó. Me mató. Enseguida comprendí lo que me quería decir… que cada cosa en su lugar. No es lo mismo tomar vino en un vaso de plástico o té en una copa. Las sensaciones van acompañadas de objetos y esos objetos nos producen recuerdos imborrables, asociaciones. Ocurre lo mismo con millones de ejemplos, por ejemplo no es lo mismo cortar queso en una tabla que en un plato. Nada más desagradable que comer torta en un platito de cumpleaños descartable o comer sushi con cuchillo y tenedor.


Hay un buen uso y un mal uso para las cosas. Un piano puede ser usado para tocar una hermosa obra de Beethoven o se lo puede tirar de un séptimo piso y matar a una persona. El fuego puede ser usado para destruir un bosque o para hacer un buen fogón en un camping.


Últimamente noto cada vez más que le estamos dando un mal uso a las cosas. Sin ir más lejos hace un par de semanas estando de gira por el interior vi que en un teatro usaban libros para mantener cerrada una ventana. No sé bien si los celulares están sirviendo para comunicarnos o para incomunicarnos. Si seguimos así los autos pronto van a matar más gente de la que transportan.


El tiempo está mal usado. Las relaciones están mal usadas y hasta es un desperdicio lo que estamos haciendo cada uno de nosotros con nuestro ser.


La gente ya no se viste, se tira la ropa encima. No se eligen las palabras antes de hablar, los diálogos son cataratas verborrágicas sin sentido. Cada vez pensamos menos en nuestras necesidades y cada vez más obramos por reflejo. Copiamos lo que vemos. Adquirimos costumbres. ¿Y el individuo? ¿Qué es lo que cada uno de nosotros necesita? ¿Qué es lo que nos hace bien?


Siempre me llamó la atención el color de pelo que adoptan las mujeres argentinas. Me refiero a esos colores castigados, oxidados. Esos reflejos rubios, añejos, pasados de moda y siempre de moda. ¿Están contentas con ese color? ¿Se pusieron a pensar en otra alternativa? Hace poco fui a la casa de una amiga mía que anda corta de guita y tuvo que dejar de hacerse los famosos reflejos argentinos. Está canosa y le queda hermoso. Cuando se lo dije me dijo que todo el mundo le dice lo mismo. Era cuestión de probar nada más.


Casi todo es mejorable. Para mejorar las cosas hace falta poca plata y a veces nada de plata. Cuando las cosas empiezan a andar mal, generalmente nos desanimamos y bajamos los brazos. Es típico en los autos, se rompe algo, no lo arreglamos enseguida y el auto se viene abajo en un año.


En las sociedades y en el mundo está sucediendo un poco eso. Me animo a decir que la mayoría, o por lo menos los problemas más importantes de este mundo no se deben a que no hubo dinero para solucionarlos. Se deben al desgano, a la pereza, al abandono y al desprecio por nuestra calidad de vida.


Sí, hay que estar muy atentos para vivir bien. Estar atentos habla de colaborar, de estar dispuestos. A cada minuto suceden cosas que pueden ser mejoradas, o pueden ser hechas de mejor manera. Esto pasa ya sea en el cuarto de un adolescente o en el despacho de un ministro. Pasa en la cocina de un hotel o en la torre de control de un aeropuerto. Pasa en un jardín o en una biblioteca pública. Las cosas no andan mal por sí solas.


No solamente se requiere de mucha responsabilidad para vivir sino que también es necesario tener vocación de vida. La vergüenza es otro ingrediente casi indispensable que mejora mucho el estado de las cosas y cómo vivimos. El estar pendientes de nuestra inteligencia, de la alternativa, de la creatividad y del sentido común también mejora el estado de las cosas.


La gente que cumple me produce una sensación casi vomitiva. Es la gente que se saca el trabajo de encima, la gente que no ama lo que hace y que no trabaja para lo que ama.


La semana pasada estaba en un hotel en Santa Fe, llamé a la recepción para pedir que me subieran los diarios locales. A los diez minutos la señorita con la que había hablado me llamó diciéndome que ya no había ningún diario local, que se los habían llevado todos. Le pregunté si no era posible que fuera un botones a comprarlos a lo que me contestó que sí. De eso hablo. ¿Cuánto cuesta un diario? ¿Por qué no se le ocurrió tomar la iniciativa de mandar a comprar los diarios?


Hay gente que nace con iniciativa, ganas, sentido común y amor propio, otra que no. Otra aprende. Otra jamás.


Me gustaría repetir el experimento del cigarrillo hoy en un bar y ver cuántos mozos me llaman la atención. Es un ejemplo pequeño, chiquito. Varios pensarán que es casi irrisorio. No estoy de acuerdo. Son las pequeñas diferencias que hacen que el estado de las cosas tome otro rumbo.


La palabra “casi”, “y bueh”, “ta’ bien”, son palabras enemigas. Correr algo diez centímetros marca una diferencia. Ser puntuales, que una copa esté limpia, también marcan una diferencia.


El último ejemplo: ¿se fijaron que casi ninguna puerta, hablo de las puertas interiores de las casas o de cualquier lugar, no tienen su llave correspondiente puesta? No da lo mismo. ¿Y si la quiero cerrar? ¿Para qué está la cerradura? No da lo mismo.


El abandono y el desinterés con el que estamos tratando al mundo y a nosotros mismos es vergonzoso e insultante. Quiero más gente como ese mozo. Es tan fácil…


Es tan difícil…

jueves, 6 de noviembre de 2008

Ohh my god!

Hoy me enteré de algo realmente sorprendente gracias a El Parquímetro. Es una noticia muy fuerte, sé que puede llegar a generarles muchas desilusiones, pero es una confidencia que merece ser revelada.
Se acuerdan de ese dulce personaje que acompañó nuestra infancia, que lucía una capa con capucha roja y era atacada por un malvado lobo en un bosque cuando la inocente niña iba a llevarle la comida a su abuelita enferma? Si si, Caperucita! Se los tengo que contar porque no me puedo quedar sola con esto, intenten no angustiarse y tomárselo con calma. Resulta ser que...






...Caperucita anda revoleando la canastita por los bosques de Palermo!!!!!!



Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!! Se los juro!!!! Tengo pruebas que la comprometen!



La ciudad de Buenos Aires es una de las dos en el mundo que le dedicó espacio en sus monumentos a las caricaturas y cuentos de la ficción. Caperucita fue cincelada por el escultor francés Carlus cuando viajó a la Argentina en 1937. Tiene una linda cara, largos bucles y lleva una canasta con un frasco de dulce y una torta. El lobo espía por detrás. Primero estuvo en la Plaza Lavalle hasta 1972. Luego la dejaron en el bosque, como en el cuento. Esta obra ilustra el clásico cuento infantil de Charles Perrault, y desde 1972 se ubicó cerca de la Av. Adolfo Berro (Jardines de Palermo).

Que grossos que somos los Argentinos, tenemos a Caperucita revoleando la canastita en los bosques de Palermo!

martes, 4 de noviembre de 2008

Domingo en el Shopping

Después de un fin de semana recluida estudiando, antes de enloquecer o morir de aburrimiento, se me dio por ir un rato al cine a modo de pequeño recreo. Mi idea no fue tan brillante, porque al cine que se me ocurrió ir fue al que está en el Alto Avellaneda, y les puedo asegurar que no hay nada en el mundo más detestable que un Shopping un domingo.

Un Shopping un domingo implica cruzarse con un montón de gente aburrida, que se mete ahí para salir de sus casas procurando combatir la hora del suicidio, pero estoy pensando seriamente sí es una buena medida, porque en realidad verse metida ahí adentro, tienta más al suicidio que la siesta dominguera...

Para mi gusto todos los shopping son detestables, pero el Alto Avellaneda tiene una particularidad por la cual se destaca del resto: es circular, entonces, a diferencia de otros donde por lo menos los cientos de aburridos tienen la posibilidad de subir y bajar escaleras, en este dan vueltas en circulo, mirando una y otra vez las vidrieras de los locales que todavía no termino de entender cómo hacen para subsistir, porque los únicos que están ahí adentro son los vendedores, dado que de los aburridos no entra nadie a comprar nada, por los escandalosos precios que tienen.

Se pueden divisar diferentes tipos de aburridos, a saber:

- Familia tipo con hijos pequeños: Realmente esos padres se merecen un monumento a la paciencia en plena intersección de Corrientes y Callao, por soportar el constante "comprame, comprame, comprame, comprame" sin matar a ningún infante mientras dure el paseo. Particularidad: Caminan despacio obstruyendo el paso porque caminan uno al lado del otro, mientras la mujer, generalmente, intenta manipular un carrito con otro infante adentro.

- Parejita: Después de una conversación del tipo "nunca vamos a ningún lado" terminaron en el Shopping. Particularidad: Ambos tienen cara de orto, ella porque no se puede comprar nada, él porque está mirando vidrieras de ropa de mujer, que no me interesan en lo más mínimo, como un boludo. Recomendación: Intérnense el domingo a la tarde en un telo y sean felices.

- Adolescentes: Este grupo se divide a su vez en dos subgrupos. Tenemos por un lado los adolescentes normales, o mejor dicho, típicos, y por el otro los floggers. Particularidad: Ambos grupos se visten raro, se peinan más raro todavía, hablan a los gritos, y caminan rápido llevándose por delante a cuanto ser humano se les cruce por su camino.

Afortunadamente para mi (realmente, era una fortuna solo para mi), como fui a ver un bolazo romanticón, en la sala habría solamente 15 personas, de las cuales 5 eran un padre con sus 4 hijos varones que se levantaron y se fueron a la mitad de la película (Señor, le recomiendo averiguar de qué se trata la película que va a ver), así que quedamos 10, por lo cual pude elegir tranquila donde sentarme, tenía lugar para dejar la cartera para no tenerla encima y no había gente que hablara e hiciera ruidos molestos cerca. Tampoco entiendo cómo subsisten los cines habilitando funciones para tan poca gente, pero no me importa mucho. Yo mire mi película, comiendo pochoclos como corresponde, y una vez finalizada la misma salí corriendo a la paz y tranquilidad de mi hogar dulce hogar, donde prometí no volver a pisar un shopping en los próximos 10 años como mínimo.